A diario
salen de nuestra boca miles y millones de palabras y nos hemos acostumbrado
tanto a hablar que no nos detenemos a pensar en lo que decimos.
Las palabras
son tan poderosas, más de lo que imaginamos, con ellas edificamos o destruimos,
enaltecemos o enterramos a: una persona, circunstancias, momentos, vidas.
Les
propongo leer este artículo sobre el poder que tiene lo que decimos…
El poder de nuestras palabras
Siempre que
estamos delante de niños hablamos con cuidado, porque no queremos que ellos
aprendan palabras incorrectas o porque no queremos que las pronuncien sin
control y puedan hacernos pasar verguenza en cualquier momento. ¡Claro! Los niños
dicen muchas cosas sin detenerse a pensar qué efecto puede causar el que las
pronuncien un determinado contexto.
Así son las
palabras para nuestra vida, nuestra vida toma la acción que tienen las palabras
que decimos, es por eso que el pensar antes de hablar tiene mucho sentido, nos
evita muchas “situaciones”.