Más que obras de teatro frías y ajenas, las reclusas presentaron sus propias vivencias e historias, aportando en las mismas mensajes de reflexión para que otros y otras personas no sigan sus pasos, lo que logró despertar la sensibilidad de todos los allí presentes.
Lágrimas y risas se unieron el pasado viernes en la Cárcel Najayo-Mujeres de San Cristóbal cuando internas de ese centro penitenciario pusieron de manifiesto su talento dramático ante las demás reclusas al presentar varios monólogos y obras teatrales breves bajo la dirección de Milagros Pérez, profesora del Sistema Nacional de Escuelas Libres, que junto a Yolanda Ureña, Carlos Ambiorix y Ana Javier González vienen impartiendo clases de teatro, canto coral, manualidades y danza folclórica de manera permanente con el propósito de hacer más llevadera la vida en cautiverio y contribuir al desarrollo integral de las mujeres que allí ven transcurrir sus días entre el hastío y la esperanza.
El amor en sus diversas manifestaciones, la trampa de las drogas, la soledad en la vejez, las dificultades en las relaciones humanas y otros tantos temas hicieron de la presentación un momento muy emotivo.
Al final de la actividad, Rosa Elena Rodríguez entregó diplomas de participación a las alumnas y les exhortó a seguir desarrollando su talento en el teatro, ya que el arte, además de divertirnos y ayudarnos en la autorreflexión, es también un oficio al que posteriormente se le podría sacar mucho provecho profesional.
1 comentarios:
Gracias Fátima por la Publicación.
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