El momento del año en que nacen los bebés puede tener un efecto dramático y persistente sobre la manera en que funcionan sus relojes biológicos. Esta es la conclusión de un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista especializada Nature Neuroscience.
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Según los investigadores esta es la primera vez en que se prueba que la época del año (primavera, verano, invierno, otoño) en que nace un mamífero tiene consecuencias importantes sobre cómo regulan el metabolismo los divergentes relojes biológicos que poseemos.
Porque, hasta ahora, se sabía que la actividad de los relojes biológicos estaba regulada principalmente por la variación de luz entre el día y la noche.
Pero ahora la nueva investigación encontró que la estación del año en que se nace también podría tener un impacto a largo plazo en nuestros ritmos circadianos.
Los experimentos realizados por profesionales de la universidad de Vanderbilt fueron hechos en ratas "bebe". Pero, según los expertos, estos efectos podrían a sudar a explicar el por qué las personas que nacen en los meses de invierno tienen un mayor riesgo de sufrir diversos tipos de desórdenes neurológicos, depresión y esquizofrenia.
Lo que se pudo comprobar es que los ratones que nacieron durante el simulado "invierno" tenían actividades diferentes que eran reguladas por los relojes biológicos cerebrales.
Finalmente los expertos comentaron que lo siguiente: " sabemos desde hace ya mucho tiempo que los relojes biológicos regulan el estado de ánimo de las personas. Y este hallazgo nos permite poder entender mejor el porqué muchos individuos sufren ciertos desarreglos psicológicos"
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