La búsqueda de calma, en medio del estrés diario, encuentra en ellos la combinación perfecta de tratamiento y relax
La demanda de masajes crece rápidamente, motivada por el deseo de regalarse un momento tranquilo y gratificante. Este auge ha propiciado la diversificación de las técnicas destinadas a aliviar las distintas dolencias, que van desde la tensión acumulada en una zona del cuerpo a la retención de líquidos. Cada problema posee un masaje particularmente indicado para aliviar sus síntomas y, de paso, disfrutar de unos minutos de placer.
Californiano
Es un masaje para cargarse de energía positiva. Se caracteriza por los movimientos lentos y largos a través de los meridianos, ejes que cruzan el organismo, por los cuáles fluye la energía. Requiere de mucha energía por parte de quien lo realiza, y permite que el receptor disfrute y equilibre su parte psíquica y emocional. De hecho, se dice que es el remedio ideal para los momentos de baja autoestima. Se puede combinar con extractos vegetales de rápida penetración para mejorar los resultados. Al no pretender curar ninguna dolencia física, se trata de un masaje fácil de aprender y muy recomendable para mejorar las relaciones de pareja.
Tailandés
Consiste en una mezcla de estiramientos, similares a las posturas del yoga, con presiones que estimulan las terminaciones nerviosas. Las largas oscilaciones de las manos a través de los meridianos energéticos disipan la tensión suavemente. Se aconseja para conseguir flexibilidad corporal y para recuperar el equilibrio perdido a diario.
'Otefuki'
Se trata de una técnica oriental que utiliza la aplicación de toallas calientes (oshiboris) en lugares estratégicos, para conseguir a través del contraste frío-calor un aumento de la microcirculación sanguínea. Suele utilizarse como paso a previo a otros tratamientos, ya que consigue que la piel esté más receptiva a la aplicación posterior de productos. Ideal para pieles grisáceas y sin brillo.
Qi Yang
Importado de la China milenaria, trata de reforzar las energías a través de suaves presiones con los dedos índice y corazón, sobre puntos de máximo flujo energético. Se practica tanto en el rostro como en el cuerpo, combinado con el uso de cosméticos específicos. Favorece la relajación absoluta gracias a sus movimientos acompasados.
Sacrocraneal
Sus orígenes se remontan al año 1.500 a.C. en Egipto. Se basa en la activación de la onda craneal a través del tacto del experto, que de este modo percibe cuáles son los problemas del paciente. Tiene múltiples aplicaciones que van desde el alivio de jaquecas al tratamiento de las arrugas producidas por demasiadas preocupaciones. También se usa como terapia para mejorar el estado de ánimo y potenciar la memoria.
'Shiatsu
'
Esta técnica japonesa se ha convertido en uno de los masajes más solicitados, ya que trata desde la celulitis o la retención de líquidos al insomnio, pasando por problemas digestivos y menstruales. Basado en la presión de puntos concretos, se puede realizar sobre camillas o tatamis de gran dureza, o incluso en una silla, lo que agiliza el tratamiento.
Antroposófico
Este masaje se basa en unos pases sinuosos que imitan el movimiento de las olas, y que apenas deben rozar la piel. A pesar de la suavidad de la técnica, se consiguen resultados espectaculares en la eliminación de toxinas y en la tonificación muscular, especialmente si se combina con aceites esenciales. Es el más aconsejado para pieles delicadas y con problemas circulatorios.
Ayurvédico
Se basa en la medicina tradicional hindú, que pretende equilibrar el organismo gracias a la circulación de la energía corporal. Para ello, recurre a la aplicación de aceites esenciales específicos para cada tipo de persona, con diversas técnicas manuales. La variante más curiosa consiste en derramar ‘gota a gota’, el aceite indicado sobre el tercer ojo, situado en la parte central de la frente.
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