Atención: no mezclar remedios herbarios y medicamentos cardiovasculares

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Cada vez más gente se vuelca a probar remedios hechos en base a hierbas para controlar o mitigar afecciones crónicas o favorecer la salud y el bienestar generales.

Sin embargo, muchos suplementos herbarios hoy muy populares, entre ellos la hierba de San Juan o hipericina, el gingko biloba y el jugo de ajo o hasta el jugo de pomelo, pueden generar riesgos para quienes toman algún medicamento para tratar enfermedades cardíacas.

Eso indica una revisión de estudios realizada por especialistas y publicadas en la edición de febrero de 2010 de la revista del Colegio Americano de Cardiología.

Los autores del estudio señalan que el consumo de estos productos es preocupante, sobre todo entre los ancianos, quienes normalmente presentan co-morbilidades, toman varios medicamentos y ya están expuestos a más riesgo de sangrado.

"Dado que estos productos herbarios parecen 'naturales', mucha gente desarrolla un falso sentido de inocuidad respecto a ellos", explica Dr Arshad Jahangir, cardiólogo de la Clínica Mayo en Arizona y autor del estudio.

El experto añadió que, en Estados Unidos, más de 15 millones de personas informan que consumen remedios herbarios o altas dosis de vitaminas.

LO NATURAL NO ES SINONIMO DE SEGURO

"Sin embargo, lo 'natural' no siempre es seguro. Todo componente consumido ejerce algún efecto sobre el organismo y, partiendo desde allí, ese es precisamente el motivo por el que la gente toma estos productos", acota el médico.

Aparte de los efectos directos sobre la función orgánica de estos productos herbarios, también puede haber interacción con los medicamentos empleados para tratar enfermedades cardíacas, ya sea disminuyendo su eficacia o aumentando su potencia, cosa que puede derivar en un sangrado o en mayor riesgo de arritmias cardíacas graves.

"Se puede ver el efecto de la interacción entre productos herbarios y fármacos (que hasta puede ser mortal) en los análisis de la coagulación sanguínea, enzimas hepáticas y, con ciertos medicamentos, en el electrocardiograma", explica el Dr. Jahangir.

Según el informe, una de las principales preocupaciones es que los pacientes no avisan oportunamente que consumen productos herbarios y los proveedores de atención médica talvez no siempre lo preguntan tampoco.

Además, debido al trato como alimentos de los productos herbarios, éstos no están sujetos al mismo escrutinio y regulaciones que los medicamentos normales.

"Cuando los pacientes no están satisfechos con la atención médica actual, muchos se vuelcan hacia los productos herbarios bajo la creencia de que dichos compuestos pueden ayudarlos a controlar afecciones crónicas o mejorar su salud y evitar futuras enfermedades", añade Jahangir.

"En realidad, los pacientes están dispuestos a gastar de su propio bolsillo casi lo mismo o más en remedios herbarios que en la atención médica normal".

EFECTOS ADVERSOS

* La hierba de San Juan o hipericina, que normalmente se usa para tratar la depresión, ansiedad y trastornos del sueño, entre otros problemas, disminuye la eficacia de los medicamentos y contribuye así a la recurrencia de arritmias, hipertensión o aumento en los niveles de colesterol y riesgo de futuros problemas cardíacos.

* El ginkgo biloba, que supuestamente mejora la circulación o agudiza la mente, aumenta el riesgo de sangrado en quienes toman warfarina o aspirina.

* El ajo, que supuestamente favorece el sistema inmunológico y generalmente se usa por sus propiedades para bajar el colesterol y presión sanguínea, también puede aumentar el riesgo de sangrado entre quienes toman warfarina.

"Estos productos herbarios se han utilizado durante siglos, mucho antes de que existieran medicamentos cardiovasculares, y si bien pueden ofrecer ventajas, también es necesario estudiarlos científicamente para definir mejor su utilidad y, lo más importante, identificar sus posibles daños al tomarlos conjuntamente con medicamentos de beneficio comprobado para pacientes con enfermedades cardiovasculares", señaló Jahangir. (Fuente: Clinica Mayo)