El uso de productos capilares no agresivos, los masajes en el cuero cabelludo y una alimentación equilibrada son algunas de las claves para prevenir la pérdida de pelo
¿Quién no sueña con una melena vigorosa, sana, llena de luz y vitalidad? Efectivamente, un cabello bonito es símbolo de belleza, además de convertirse en una de nuestras principales señas de identidad. Es por ello que una de las preocupaciones más frecuentes en este sentido es la de la pérdida abundante de pelo. Un problema que, aunque afecta en mayor medida a los hombres, también lo padecen muchas mujeres.
¿Por qué se cae el cabello?
Antes de nada, conviene aclarar que si la pérdida es de entre 50 y 100 cabellos diarios no hay ningún motivo para preocuparse, ya que es totalmente normal (cada día caen cabellos que son renovados por otros nuevos). Cuando esa pérdida es mayor deberemos analizar por qué viene motivada. De forma general podemos decir que existen dos tipos de caída: por un lado, aquélla que es repentina, en la que se pierde el pelo de toda la cabellera por igual, y entre cuyas causas se encuentran factores como el estrés; el uso de productos agresivos en el cabello (los componentes químicos de ciertos tintes lo pueden dañar); el abuso del secador; una alimentación poco equilibrada (las dietas hipocalóricas de menos de 1.200 calorías pueden provocar la caída); algunos medicamentos; la edad; o los cambios estacionales (no se sabe la razón biológica pero está constatado que en primavera y en otoño tendemos a perder más cabello). Por otro lado, están las caídas de origen hormonal, las más frecuentes en los hombres, pero que también se puede dar en algunas mujeres, especialmente entre aquéllas con un nivel de andrógenos alto.
El mejor arma, la prevención
Sin duda, una buena forma de ayudar a mejorar la salud del cabello son los masajes capilares. Éstos se deben realizar con movimientos de rotación y suaves presiones por toda la superficie del cuero cabelludo, desde la base del cuello hasta la frente.
Asimismo, los complementos fortalecedores del cabello también pueden ser beneficiosos para nutrirlo y darle más vigor, si se toman con regularidad. Eso sí, no hay que esperar milagros y soluciones a corto plazo (los resultados comienzan a verse a los dos o tres meses).
Por su parte, es preciso ser consciente de que los productos anticaída no se deben usar de forma constante sino en los períodos de mayor riesgo de pérdida de pelo, como por ejemplo, ahora con la llegada del otoño.
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