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Las gaseosas y bebidas azucaradas pueden ser muy ricas pero conllevan riesgos para la salud. Consumir estos productos frecuentemente se asocia claramente a un riesgo mayor de desarrollar el síndrome metabólico o la diabetes tipo 2, concluyó una nueva investigación.
"La asociación que observamos entre el consumo de gaseosas y el riesgo de diabetes es probablemente una relación de causa efecto porque estos productos generan aumento de peso y el aumento de peso se relaciona fuertemente con la diabetes tipo 2", dijo Frank Hu, de la Universidad de Salud Pública de Harvard (Estados Unidos).
EL SÍNDROME METABÓLICO Y LA DIABETES TIPO 2
El síndrome metabólico constituye un conjunto de factores de riesgo para los problemas cardíacos y la diabetes tipo 2. Estos factores incluyen la hipertensión arterial, el sobrepeso, el aumento en el nivel de azúcar en sangre y la grasa excesiva alrededor de la cintura.
La diabetes tipo 2 es una patología metabólica que se asocia fuertemente al sobrepeso y la vida sedentaria. Se desencadena cuando el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo pierde su sensibilidad a ella. Por ese motivo aumenta el nivel de azúcar en sangre y, con el tiempo, esta situación puede generar complicaciones como problemas visuales y renales, patologías del sistema nervioso y alteraciones cardiovasculares.
LA PREVENCIÓN
Para estudiar la influencia de las gaseosas y las bebidas azucaradas en el desarrollo de estas condiciones los autores analizaron 11 estudios sobre el tema, de manera que en total trabajaron con 319.431 voluntarios que incluyeron 15.043 casos de diabetes tipo 2 y 5.803 participantes con síndrome metabólico.
Hu encontró que las personas que toman entre 1 y 2 gaseosas o bebidas azucaradas por día aumentan un 26% su riesgo de desarrollar una diabetes tipo 2 y un 20% su peligro de sufrir el síndrome metabólico, en comparación con la gente que consume menos de una unidad por mes.
Los autores subrayaron que muchos factores influyen en el desarrollo de estas dos patologías pero las bebidas mencionadas constituyen un hábito que es fácil de modificar y cuya reducción puede tener efectos importantes en la salud.
"Las personas deberían limitar la cantidad de bebidas azucaradas que toman y reemplazarlas por alternativas saludables, como el agua, para reducir su riesgo de diabetes así como de obesidad, caries y enfermedades cardiovasculares", dijo Vasanti Malik, otro de los autores.
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