El valor simbólico de la comida.
¿Cómo reconquistar un territorio perdido si está en nuestra propia casa? Podemos lograrlo, sólo hace falta estar atentos a detalles que parecen sin importancia pero la tienen.
La mesa familiar, ese territorio perdido, tiene un valor enorme del cual poco a poco nos estamos alejando. Es urgente recuperarlo, porque ese encuentro cotidiano es una buena excusa para el diálogo. Puede ser ese espacio, ese momento en el cual las personas se manifiestan, pueden mostrarse a sí mismas y también compartir las novedades que cada una trae. Con la comunicación nos insertamos en el mundo y esta inserción es como un segundo nacimiento.
El hecho de compartir una misma comida tiene un gran contenido simbólico: “Lo que comemos se transforma en nosotros”.
Para Pensar y Actuar:
Organizar 3 comidas fijas en la semana (desayuno y/o almuerzo y/o cena) que sean distintas, especiales, únicas.
Acordarse de apagar televisión, celulares y computadoras.
Poner un mantel lindo, y si es posible, flores.
Aprovechar para escucharnos y escucharlos.
Mirar a los ojos y sonreír
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