El presidente Leonel Fernández emitió el año pasado el Decreto No. 247-11, mediante el cual declara el día 9 de mayo de cada año como "Día Nacional de la Seguridad Social".
Uno de los CONSIDERANDO del referido decreto resalta el significado del Principio de Participación, dentro del conjunto de principios rectores establecidos por la Ley 87-01 que rige el Sistema Dominicano de Seguridad Social. Este principio ha sido definido en la Ley como el derecho que tienen todos los sectores sociales e institucionales involucrados en el Sistema Dominicano de Seguridad Social a ser tomados en cuenta y a participar en las decisiones que les incumben.
Con esta declaración el Gobierno Dominicano manifiesta su interés en realzar el alcance de la protección social para todos, ampliar el diálogo social y propiciar la participación de los distintos actores sociales para la eficacia de la seguridad social.
Creemos que es un tiempo muy oportuno para el lanzamiento de esta iniciativa gubernamental, justo en el momento en que desde el Consejo Nacional de la Seguridad Social se promueve la idea del debate en torno a las conclusiones y recomendaciones del Primer Foro sobre Seguridad Social celebrado recientemente en Santo Domingo.
Las opiniones diversas que se han expresado desde hace algunos días en torno al contenido y alcance de la Ley 87-01 que rige el Sistema Dominicano de Seguridad Social, sugieren la necesidad de un debate con amplia participación social antes de asumir posiciones que cuestionen en exceso los logros actuales y potencialidades futuras del sistema creado al amparo de esta moderna legislación.
Ya lo decíamos en uno de nuestros primeros artículos de esta serie, y no estaría demás reiterarlo: "El Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), establecido mediante la Ley #87-01 del 9 de mayo del año 2001, debiera ser visto como la piedra angular del nuevo país que avizoramos en la ruta hacia el bicentenario de la República. Se trata de que podamos proyectarnos hacia una sociedad en que todos los ciudadanos, sin excepción alguna, tengan asegurado el acceso a los servicios de salud y protección ante contingencias de accidente laboral, desempleo, cesantía por edad avanzada, discapacidad, vejez y sobrevivencia".
La evaluación de los primeros diez años de implementación del Sistema nos presenta un cuadro con más luces que sombras. Las metas alcanzadas hasta el momento nos permiten mirar con optimismo hacia el futuro. La seguridad social en la República Dominicana es una apuesta para ganar en el orden de la inclusión social y la lucha contra la pobreza, pero también en el orden del crecimiento económico sostenible y duradero, con base en el ahorro nacional y el desarrollo de las potencialidades productivas de nuestra población.
En materia de de salud y riesgos laborales el país ha dado pasos agigantados durante los últimos cinco años. La casi totalidad de la población asalariada en el sector formal está protegida bajo la sombrilla del régimen contributivo de la seguridad social, con casi dos millones y medio de afiliados. Igual ocurre con la población no incorporada a la economía formal y con ingresos por debajo del salario mínimo. Esta masa de la sociedad está actualmente protegida por el Seguro Nacional de Salud (SENASA), que garantiza el acceso a los servicios de atención médica a mas de dos millones de afiliados, bajo la sombrilla del régimen subsidiado del Estado. En esta materia al sistema solo le faltaría incorporar a los beneficios de la seguridad social a la población que, devengando ingresos por encima del salario mínimo, permanece aún dentro de la economía informal por fuera de los controles fiscales y, por lo mismo, sin acceso a los beneficios de la protección social bajo el tercer pilar del sistema que es el régimen contributivo subsidiado.
En cuanto al Sistema de Pensiones, hay que destacar el hecho relevante de que en tan solo ocho años desde que se dio inicio al Sistema de Capitalización Individual, los fondos de pensiones han acumulado activos capitalizados por un monto cercano a los 130 mil millones de pesos, cifra esta que representa en estos momentos alrededor de un 7% del PIB, y que se proyectaría muy probablemente hasta un 20% en los próximos 10 años.
La solidez de este ahorro nacional consolidado se convierte en una reserva estratégica para la estabilidad macroeconómica, el financiamiento sano de la actividad productiva nacional y la generación de empleos sostenibles y de calidad. Todo ello orientado al cumplimiento del fin social último del sistema que es garantizar a los afiliados sus prestaciones y beneficios atinentes al seguro de vejez, discapacidad y sobrevivencia.
No hay que olvidar el hecho de que la República Dominicana forma parte de la última generación de países que han realizado una reforma a sus sistemas de pensiones para sustituir el fondo común de reparto bajo administración estatal, por uno de capitalización individual y administración privada. Es un sistema relativamente nuevo que estaría sujeto a evaluación y ajuste durante los próximos años a partir de las conclusiones y recomendaciones surgidas de la celebración del Primer Foro sobre Seguridad Social, a diez años de la Ley 87-01. Aprovechemos las actividades de promoción y debate que ha organizado el Consejo Nacional de la Seguridad Social durante la semana del 9 al 13 de mayo próximo, con miras a dar cumplimiento al decreto presidencial que declara el día 9 de mayo como "Día Nacional de la Seguridad Social".
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