El poder de los decretos positivos

Para sentirse mejor, tener vitalidad y ánimo, se recomienda decretar en positivo.

“Las  palabras de las personas y su forma de expresarse reflejan sus creencias, que están ancladas en lo más profundo de su mente”, explica la psicóloga clínica Mariángeles Barja, quien recuerda los testimonios de algunos pacientes.

“Estrella está convencida que con esfuerzo, sacrificio y dedicación, puede hacer realidad todo lo que se proponga. Vivió la mayor parte de su infancia con su abuelos quienes le `enseñaron´ a través de su dura forma de vivir, que la existencia requiere un esfuerzo y trabajo permanentes”, señala Barja. 

“Ernesto siempre anda escaso de dinero pese a que gana un sueldo considerable. No obstante siempre se las arregla para que sus gastos superen a sus ingresos, lo que le obliga a llegar a fin de mes con los bolsillos vacíos y las cuentas bancarias en números rojos. Siempre oía decir a sus padres que el dinero es malo y los ricos son desgraciados”, explica la psicóloga.

“Las creencias de estas personas –según la psicóloga- están tan arraigadas en sus mentes, que han terminado por dar sentido y orientación a sus existencias. Una creencia es una generalización sobre una parte de la realidad o la experiencia que extendemos hacia el futuro sin comprobar si es cierta”.

Dado que lo que sentimos está determinado por lo que pensamos, es importante elegir y cuidar las ideas que sembramos y dejamos crecer en nuestra mente, las cuales florecerán y se desarrollarán en nuestra vida, señala la psicóloga Patricia Martínez.

LA PALABRA CREA LA REALIDAD

Para sentirse mejor, tener más vitalidad y levantar el ánimo, Martínez recomienda “decretar en positivo. Esta técnica consiste en tener a mano una serie de fórmulas expansivas en nuestro `equipaje lingüístico´, porque la palabra crea realidad”.

Por ejemplo: “estoy a salvo”, “me siento protegido”, “todo está dentro de un orden mayor y positivo”, “confío plenamente en la perfección del universo y de la vida”, “tengo un total autocontrol”, “soy el creador de mi propia vida”, “elijo estar bien y convocar la fuerza y confianza del Universo”, “Estoy acompañado”, “el mundo es un lugar benévolo”.

“Son frases que crean en nuestra mente una experiencia psico-emocional positiva. Conviene escribirlas, razonarlas y desarrollarlas deductivamente, para cultivar la confianza, los propios recursos y una existencia plena y optimista”, señala.

Según la escritora británica Tzivia Gover, autora del libro “Tómese la vida con calma”, no somos conscientes ni de la mitad de lo que almacena nuestra mente, pero sin embargo los pensamientos que hay en ella gobiernan el modo en que actuamos, cómo nos sentimos y cómo vemos el mundo.

“Fíjese en los pensamientos respecto de quien es usted, que aparecen una y otra vez, y haga una lista de los que descubra. Si le han lavado el cerebro para creer que es egoísta, sustituya ese viejo insulto por una verdad positiva como `me amo a mi mismo y extiendo este amor a todos los que me encuentro´”, dice.

“Si le han dicho que es perezoso, halle un pensamiento nuevo para programar su cerebro: `disfruto de la plenitud del tiempo, descanso y me relajo para llenarme de energía´. Repítalos sus nuevos mensajes positivos, hasta que sus ideas y acciones incorporen la nueva creencia”, aconseja Gover.

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