Terapia transpersonal

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En una crisis, todo parece gris y hay pocos puntos de color capaces de alegrar la vida. ¿Qué se puede hacer en estos momentos? El conocimiento interno puede ser una de las tantas soluciones. Aprende una de sus técnicas de la mano de expertos.

¿Qué es?

La raíz “trans” significa, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, “al otro lado” o “a través de”. Por eso, la terapia transpersonal entiende lo que sucede al otro lado del caparazón con el que se convive en el día a día.

En palabras de Manuela Espina, psicóloga y terapeuta transpersonal, “es algo que va más allá del cuerpo. Toca las emociones, la mente y los cuerpos de luz”.  Manuela recorre este camino desde 1990, tiempo en el cual le ha ayudado a otros a establecer un diálogo entre sus distintas partes.

La respuesta al sentido propio de la vida está en uno mismo. De esta manera, se encuentra un sentido especial a la existencia, se aprende sobre las situaciones que generan dolor y se fortalecen las causas espirituales que colman de amor y de felicidad.

Entender que las raíces de los problemas están en lo más profundo del alma es importante. De esta manera, la sanación, la armonización y la canalización se conjugan.

Terapia para todos

Tanto los que atraviesan por una crisis, como los que no, son bienvenidos a explorar este viaje interno lleno de argumentos.

La búsqueda de la identidad real es el objetivo principal de esta terapia, para lo cual se deben seguir ciertos pasos.  Si el paciente tiene un dolor, primero se da la etapa de comprensión, desahogo y conocimiento.

Etapas

En las sesiones, se trabaja para conectar la parte física con la emocional, la mental y la espiritual, siendo esta última la base de las otras y sin embargo una de las más esquivadas por la mayoría de las personas.  

El conocimiento de la identidad propia, de los patrones mentales y emocionales es fundamental para el inicio de esta empresa. Entender las razones por las que se actúa de una u otra manera, ayuda a eliminar las pautas que hacen daño al ser interior.

La elección es la palabra principal de esta etapa. El reconocimiento de puntos de dolor, hace posible elegir qué es lo que más interesa para fortalecerlo. A partir de aquí, todo lo que sucede, se puede interpretar de una manera positiva y se toman decisiones de vida.

Luego, llega el autoconocimiento. Las experiencias buenas o malas, son un aprendizaje para la vida. La conciencia de lo que se quiere y de lo que sucede en el interior, se manifiesta en la búsqueda de un objetivo real. Se persigue una meta determinada con armonía, se toma lo bueno, y se aprende a manejar lo malo como una oportunidad.

Complementos del tratamiento

La terapia transpersonal busca un equilibrio en todas las áreas de la vida. Por eso, se hacen ejercicios de respiración, yoga y meditación. Por otro lado, una buena alimentación, estudio, capacitación constante y reflexión, contribuyen a una buena conclusión de la terapia y dan la bienvenida a un estilo de vida.

“Todos estamos acá para sanar el odio. Entender nuestra envidia, nuestras propias contradicciones y nuestra falta de entrega, abre las puertas al amor”, explica Manuela.

Vale la pena entender que la sanación se encuentra a través del perdón, de la comprensión de otros, del fortalecimiento y reconocimiento personal.

Un profesional en el área de la psicología te sabrá guiar en un camino lleno de verdades sobre ti mismo. Busca respuestas y vive la vida.

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