¡Salvar Loma Mirand

Yo tambien me sumo y tu?

 NARCISO ISA CONDE

Pulmón natural: único existente en el Cibao Central después que Falconbrigde se engullera Loma Peguera y Loma Ortega. Tesoro natural de biodiversidad, manantiales y ríos imprescindibles. Cuestión de vida o muerte para Monseñor Nouel, La Vega y mas allá. 

Percibí temprano el valor de Loma Miranda. Pero solo cuando el ambientalista Félix Díaz Tejeda, con sabias palabras y hermosas fotografías, preparó y me envió el impactante estudio que publicamos en marzo en Tiro al Blanco, pude captar en toda su dimensión que FALCONDO se propone consumar -con el respaldo impúdico de autoridades venales y servirles- un crimen de “lesa humanidad”.

En esa ruta perniciosa colocó a la entrada de Loma Miranda un cartel que reza: “Propiedad privada. Prohibido el paso”

¿”Propiedad privada” predios de la nación y del pueblo?

Pulmón y tesoro, en consecuencia, reservado al saqueo, al traspaso de su rico subsuelo a esa corporación, condenado además a su total destrucción como fuente de agua y de vida vegetal, animal y humana; valores infinitamente superiores a los que el mercado capitalista le asigna a sus yacimientos minerales.

Así, la continuidad de las grandes ganancias de FALCONDO en esta tierra hermosa, que solo son una porción limitada de las que obtiene en el mundo (nutriendo la destructiva industria militar de EEUU), se coloca contra la vida del Cibao, parte fundamental de la vida insular.

La opción nacional no puede ser otra que defender lo vital del país frente esa sentencia de muerte, parando en seco esos nefastos designios de esa tenebrosa corporación.

Esa rapacidad, como la de Barrick Gold, Uni Gold, Gold Corp, Hispaniola, y  otras mega-mineras, solo se explica dentro de un sistema capitalista-imperialista en crisis mayor, súper-militarizado y carente de recursos naturales vitales para prolongar su existencia. Nuevas conquistas territoriales, recolonización y guerras imperialistas, van de la mano de esa lógica egoísta.

Obvian, sin embargo, que la chispa de la resistencia y la insumisión comenzó a crecer… y no hay manera de sofocarla.

Eso pude observar en los ojos y los labios de las comunidades aledañas a Loma Miranda, de su Comité por el Agua y por la Vida, de los sacerdotes de la región, de  Comunicadores Amigos del Ambiente de La Vega, del Comité Nacional contra la Mega-minería, de las delegaciones solidarias de Bonao, Moca, La Vega y Capital.

Es el comienzo, como sucedió con la Cementera de Los Haitises, de un movimiento multitudinario incontenible hasta el triunfo.

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