Una vez perdida la confianza es muy difícil recuperarla. Por eso, saber elegir en quién confiar y a quién darle nuestra confianza nos evitará muchos sinsabores. Es fundamental creer en la buena voluntad de los demás para iniciar una nueva relación, pero siempre confiando con cautela y de forma progresiva. |
1. Confiar en los demás |
Confiar en los demás consiste encreer en lo que nos dicen y en lo que las personas desean transmitirnos sobre sí mismos, sus valores, actitudes, forma de ser, creencias, etc. Cuando confiamos en alguien, existe una mejor comunicación entre ambos y un mayor entendimiento, nos sentimos tranquilos a su lado y tenemos la sensación de no estar solos. Por el contrario, quienes desconfían de las intenciones de quienes les rodean o de su amistad con ellos, son personas inseguras de sí mismas que no creen en sus propias capacidades ni en su posibilidad de ser querido o aceptado por otros. Las personas desconfiadas piensan que los demás se van a aprovechar de ellos, que pretenden hacerles daño o que desean engañarlos. Suelen ser rencorosos y se dejan llevar por suposiciones suyas, pensando siempre que sus amigos o entorno confabulan contra ellos. Reaccionan con furia, tienden a aislarse y a dejar de relacionarse, pues piensan que el mundo está en contra de ellos. Son personas que le dan excesiva importancia a lo que los demás piensen de ellos, analizan todo lo que les dicen creyendo, encontrar una doble intención en las palabras de los demás. Siempre está planteando dudas sobre los demás y sus intenciones sobre ella. Quienes conviven con una persona desconfiada o se relacionan habitualmente con ella, deberían intentar ayudarla quitando importancia a sus sospechas negativas y a sus temores, e intentando hacerle entender que sus razonamientos son erróneos. |
2. Confianza y trabajo |
Hay quien no confía en sus compañeros de trabajo y prefieren realizar ellos solos todo el trabajo. Unas veces, se debe a que no le compensa el tiempo y esfuerzo que tiene que emplear para enseñarle a hacer el trabajo que desea compartir. No tiene en cuenta que este tiempo inicial luego se recupera ya que, de esta forma, el trabajo rinde más. Otras veces, no confían simplemente porque se han encontrado con algún compañero que no se esfuerza en realizar su trabajo con corrección, en tal caso la desconfianza está justificada. Y otras veces, porque temen que ante la posibilidad de una mejora profesional o un ascenso, sea su compañero de trabajo quien le haga perder esa posibilidad. Ven a los compañeros como rivales profesionales y lo que desean es destacar ellos por si solos. |
3. Cómo confiar con sensatez |
De entrada, es preferible pensar bien de todo el mundo hasta que nos demuestren lo contrario. Sin embargo, tenemos que ser cautos y no darnos a conocer totalmente a una persona nada más conocerla. Iremos dando información sobre nosotros y nuestra forma de ser y pensar poco a poco, según vayamos conociendo a esa persona y, en el caso, de que nos vaya gustando y nos haga sentir cómodos con ella. Debemos observar los comportamientos de los demás. Puede ser muy revelador saber cuál es el comportamiento de una persona con los demás y qué intenciones suele tener. Hay quien por costumbre tiende a fastidiar y ridiculizar. En tal caso, no merece nuestra confianza. |
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