Los diabéticos podrían medir su glucosa sin pinchazos

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Un nuevo dispositivo podría facilitar a los diabéticos el control de su enfermedad gracias al desarrollo de un pequeño sensor electromagnético capaz de medir en forma eficiente el nivel de glucosa en sangre sin pinchar el dedo.

"Para los diabéticos, la rutina habitual de pincharse el dedo para medir la glucosa en sangre puede ser molesta e inconveniente, pero estamos trabajando en un dispositivo que potencialmente podría cambiar todo eso", dijo Randall Jean, un ingeniero de la Universidad de Baylor (Estados Unidos).

Las personas con diabetes deben controlar su nivel de glucosa porque esta enfermedad afecta el metabolismo de este nutriente. La diabetes tipo 1, que suele surgir a una edad temprana, ocurre cuando el páncreas deja de producir una cantidad suficiente de insulina, la hormona que regula la cantidad de glucosa que circula en sangre. La diabetes tipo 2, que generalmente se desencadena a una edad mayor, se desencadena cuando la síntesis de insulina no es suficiente o el cuerpo ya no la usa adecuadamente.

Controlar el nivel de insulina en sangre es fundamental porque se asocia a muchos de los daños que la diabetes genera con el tiempo, como problemas en la visión, afecciones cardiovasculares, dificultad para curar infecciones, daño renal y alteraciones neurológicas.

MEDIR SIN PINCHAR

El dispositivo que están desarrollando los científicos de la Universidad de Baylor es tan pequeño que las personas podrían llevarlo consigo todo el día sin mayores incomodidades. Para usarlo, alcanza con poner el dedo o una parte de su mano sobre un sensor que usa ondas electromagnéticas para medir el nivel de glucosa en la sangre. Jean sostuvo que estas ondas no afectan la salud.

Los investigadores probaron la efectividad de la nueva herramienta con pacientes que sufrían de diabetes, comparando sus resultados con los obtenidos a través de los dispositivos tradicionales.

Jean asegura que su creación tiene el potencial para lograr el mismo nivel de efectividad que los sensores que se usan actualmente, pero con una gran ventaja: los pacientes no deberán pincharse el dedo cada vez que quieran medirse.

El equipo de especialistas está preparando una prueba de mayor escala para lograr la autorización necesaria y distribuir y vender el sensor.