Un vehículo de la policía mexicana, parado en el lugar de Ciudad Juárez en el que fue hallado el cadáver de un niño de 13 años, el 25 de marzo de 2010.
El pasado viernes en La Paz, la capital estatal, cinco agentes de la policía interrumpieron la caravana fúnebre que avanzaba solemne hacia el cementerio y que ya había recorrido las principales calles de la ciudad.
"Se nos ordenó que el cuerpo fuera sacado del ataúd antes de ser sepultado, porque no se le había practicado la necropsia", se justificó ante la prensa que cubría el sepelio uno de los agentes que intervino. El cadáver era de un policía fallecido el miércoles tras sufrir un accidente de tránsito. Entre los asistentes al sepelio se encontraba el jefe de la policía municipal de La Paz, José González, quien dijo desconocer de quién provenía la orden.
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