Sequedad, tonos que se aclaran... toma nota de nuestros consejos para combatir los problemas de tu cabello frente al sol
Seguro que en tu neceser de verano no falta el protector solar para tu piel. ¿Y para tu pelo? La piel suele convertirse en la destinataria de todos nuestros mimos con la llegada del verano. Pero no podemos olvidar que el pelo también sufre los efectos del sol, pues es una de las partes más castigadas en los meses de calor. Los rayos solares, sumados a los efectos del agua del mar, el cloro de las piscinas, la arena o el viento, resecan y desvitalizan el pelo y maltratan el color, el volumen y el brillo. Su aspecto se vuelve áspero y apagado, agravándose aún más en el caso de los cabellos permanentados y coloreados o con mechas, que son especialmente sensibles a estas agresiones. Vamos a intentar darte las claves para intentar prevenir este problema.
¡Más agua!
La radiación ultravioleta afecta a la fibra capilar deshidratándola. Un efecto que tal vez pueda venir bien a los cabellos grasos pero que resulta fatal para el pelo seco. En este caso se deberá recurrir a protectores solares nutritivos que aporten agentes acondicionadores para compensar la deshidratación.
Cambios de color
La acción del sol sobre el cabello hace que éste se aclare notablemente, algo que se aprecia especialmente en los niños, cuyo pelo se aclara a mayor velocidad que el de los adultos. Se trata de un efecto que, incluso, puede resultar favorecedor para quienes tienen el cabello castaño claro o rubio natural.
Sin embargo, la pérdida de color es un fenómeno mucho más negativo para los tonos oscuros, que se vuelven pajizos.
La mejor solución son los protectores solares de color o en su caso, los tradicionales sombreros y gorras. Eso sí, éstos últimos, siempre que el pelo esté ya seco (es importante que el cabello se seque al aire libre). Otra solución es que su peluquero habitual ajuste el tono tanto antes como después del verano para minimizar estos cambios en el color.
Cabello mojado=mayor fragilidad
Hay que tener especial cuidado a la hora aplicar cualquier tratamiento cuando el pelo está húmedo, ya que su queratina pierde gran parte de la resistencia y se rompe con mucha más facilidad. Para evitar enredos una buena opción es incluir en el neceser de la playa un acondicionador sin aclarado. En cuanto a los peines, nada de usar los de púa fina ni cepillos de cerdas. Lo mejor, los peines de púas anchas, separadas y con las puntas redondas.
Lavar y aclarar
Es fundamental lavar el pelo todos los días para limpiarlo de la sal y la arena, y se debe hacer con agua tibia, no demasiado caliente, porque se reseca aún más. Procura olvidarte de los secadores y dejar que el pelo se seque al aire libre.
Además, es conveniente cepillar el cabello de forma suave cuando está mojado, pues se vuelve más frágil. Y no retoques tus mechas o el tinte en pleno verano, pues puede resultar demasiado agresivo para un cabello que sufre más de lo habitual.
Una vez se sale del agua, sea de la piscina o del mar, es recomendable aclarar el cabello con agua dulce con el fin de eliminar los restos bien sea de cloro o de salitre. Y después el lavado, y como tercer paso del tratamiento (tras las fórmulas protectoras durante la exposición y los champús para retirar bien la sal, la arena o el cloro), nada como el uso de cremas, geles, serums o mascarillas para reparar totalmente los daños.
De hola.com
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