Aún cuando los animales ideales para sentirse acompañado son los perros y, en segundo lugar, los gatos, los pájaros, las tortugas y los peces también generan efectos positivos.
Vivir con una mascota es uno de los factores más simples, e influyentes, a la hora de mantener buen estado de salud psicológica. Y hay numerosas pruebas médicas y ejemplos científicos que lo demuestran.
Según informan psicólogos, veterinarios y médicos las mascotas generan efectos positivos tanto en la salud mental, como en la física de las personas. Esto es verdad tanto en individuos jóvenes como en personas de la tercera edad.
Por supuesto, una mascota no es un reemplazo a las terapias o a los medicamentos; pero constituyen un elemento coadyuvante muy positivo.
En el caso de personas con depresión, se ha comprobado que el sumar a la familia una mascota puede ayudar a mejorar, o moderar una depresión leve.
Desde el punto de vista psicológico, la relación con las mascotas genera que el dueño se sienta importante, necesitado, algo que se nota especialmente con los perros que demuestran sus sentimientos en forma expresa.
Además, los animales pueden ser una importante compañía para las personas que viven solas y alejadas de sus familiares. El sólo hecho de tener que alimentarlas, limpiarlas, y cuidarlas puede estimular en forma positiva en la actividad psicológica y mental de una persona que sufre de depresión.
Por otra parte, el hecho de ser tener que sacar a pasear un perro, por ejemplo, obliga al dueño a realizar una actividad física diaria; a caminar, y muchas veces- a interactuar con otras personas lo que estimula cierto contacto social que es muy positivo.
Todo esto influye, entre otras cosas, en la calidad y cantidad del sueño.
Si bien los animales ideales para el ánimo y la compañía son los perros y, en segundo lugar, los gatos, hay otras alternativas posibles que también generan efectos positivos. Pájaros de diversos tipos por ejemplo. O cuidar un acuario y hasta estar detrás de una tortuga.
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