En esta Navidad tu frase debe ser: más de la cuenta ¡NO!

Escrito por: ANNA JIMÉNEZ

¿Existe alguna forma de no excederse sin dejar de disfrutar de la mesa navideña?

Turrones, bebidas, dulces, grasas, frutas secas, salsas.

Durante dos días (e incluso más si sobra comida) ingerimos un cóctel de estos ingredientes y más. El exceso se convierte casi en un hecho inevitable con su consecuencia directa en el peso y la salud.

La cuestión es, entonces, ¿cómo disfrutar de la mesa navideña manteniendo un control sobre aquello que comemos y bebemos?

En Navidad, la mesa se convierte en la protagonista principal de la reunión familiar.
Así, la cantidad de comida adquiere el valor de prueba de fuego para el aparato digestivo y, sobre todo, para el peso corporal.

Y no sólo se trata de la reunión familiar de la Nochebuena, no, de ninguna manera.
Las fiestas y eventos de fin de año nos ofrecen la posibilidad de picotear dulce y salado a cualquier hora y de fijar las grasas gracias a las copas extras de los brindis.
Estos excesos afectan el estómago, la cabeza, la balanza y, por qué no, el estado de ánimo: nos sentimos pesados y de malhumor por lo mucho que comimos y bebimos.

Eso sí, es posible adoptar una serie de medidas que permitan disfrutar de la mesa sin lamentarlo días después:

- Sentarse a la mesa con un apetito moderado, de manera tal que no se llegue en ayunas con la intención de devorar todo cuanto sea servido.
- Beber con prudencia. No sólo para evitar las resacas y el malestar digestivo, sino porque las bebidas alcohólicas contienen abundantes calorías vacías que aportan energía pero no nutren y se transforman en grasa corporal.
- Complementar las grandes comidas con menús suaves de frutas, verduras y lácteos sin picotear entre comidas.
- Moderar la ingestión en el aperitivo.
- Controlar las cantidades. Intentar servirse porciones pequeñas de cada plato dado que, por lo general, suele ser un menú extenso.
- Evitar las grandes cantidades de salsas, pan y guarniciones. Estos no forman parte esencial del plato pero aumentan el contenido del estómago.
- Disfrutar de toda la fiesta navideña. No centrar la atención en la comida, las fiestas nos proponen un deleite para todos los sentidos: música, ambiente festivo, compañía, sensaciones que van más allá de los placeres culinarios.
- Moderar el apetito. No es necesario sentirse a punto de estallar en el caso de que haya sobras.
Todavía quedan días por delante para disfrutarlas
- En el caso de estar haciendo dieta, conformarse con no abusar de la comida y olvidarse de la balanza.
- Huir del sillón después de la comida. Intentar caminar, servir a los invitados, arreglar la casa para mantenerse en movimiento.
- Desintoxicarse después de los excesos.
- Agua en lugar de gaseosas, frutas en lugar de dulces e infusiones suaves para reemplazar el café.

Con la llegada de la Navidad, muchas familias trabajan a destajo para la elaboración de deliciosas y ricas recetas, menus o incluso fiestas, pero durante estas fiestas, además de disfrutar de ellas, podemos tener algo en cuenta: ¿cómo evitar los excesos propios de la Navidad?
Ya falta muy poco para que llegue la Navidad, y de buen seguro ya son muchas las familias que, ilusionadas, se encuentran planeando qué deliciosas recetas harán para, precisamente, esos días tan especiales.

Pero, además de la alegría y la felicidad propias y características de estas fiestas, las comidas de Navidad o Año Nuevo, que a su vez unidas a las populares comidas de empresa o incluso otras familiares, pueden llegar a producirnos algún que otro quebradero de estómago, que no de cabeza.

Los expertos estiman que, durante las Navidades, en general solemos engordar unos aproximadamente tres kilos de media, algo que se traduce en que, en sólo unos días, llegaremos a consumir absolutamente las mismas calorías que comeríamos, por ejemplo, durante una semana en cualquier otro momento del año.

Pero si eres una persona preocupada por los excesos, y ante todo por su dieta y por su salud, existen una serie de consejos básicos que nos ayudarán bastante durante estas Navidades, sobretodo si no deseamos aumentar de peso, o si tenemos problemas relacionados como la hipertensión, la diabetes, o nos encontramos realizando una dieta de adelgazamiento.

Realizar ejercicio tanto los días previos a las cenas o comidas como justo después de ellas, al día siguiente si lo deseas, es otra opción realmente positiva, dado que quemaremos aquellas calorías consumidas que, por los excesos, nuestro cuerpo no ha utilizado. Si eres diabético, recuerda que existen en el mercado una serie de dulces típicos y turrones sin azúcar especialmente elaborados para personas diabéticas.

Eso sí, especialmente, te recomendamos algo aún más importante: disfruta de estas Navidades, con alegría, entusiasmo y emoción, recuerda cuál es el verdadero motivo de la Navidad, haz una tradición con tu familia contarles la historia y además no permitas que olviden que sólo faltarán unos días para terminar el año, el cuál traerá otros retos y metas que requerirán de un protagonista sano, centrado y comedido, para lograr llevarlos a cabo.

No olvides que...
- El vino tinto engorda menos que el blanco.
- Eso último ocurre igualmente con la sidra sobre el champán, dado que tiende a engordar menos al tener muchas menos calorías.
- Lejos de los nervios y la emoción propios de estas fiestas, una buena recomendación sería comer tranquilos y relajados, cuestión que nos ayudará a no padecer sobrepeso, tal y como conocimos hace ya algunos días.

- Ni se te ocurra pasarte un día entero sin comer, esto no es nada bueno. En definitiva, cómo adelgazar después de navidad: con fuerza de voluntad.
- Tienes que hacer comidas ligeras, es decir, ensaladas, pollo y pescado a la plancha y evitar los hidratos de carbono, sobretodo del pan y también de la pasta.
- El mejor consejo es que no te pases durante las fiestas, bueno, que no te pases nunca, que mantengas tu dieta para luego no tener que hacer un sobreesfuerzo y eliminar todos los kilos que has cogido de más.