Se suelen pasar largos periodos de tiempo sentados, con las consecuencias que esto tiene para nuestra salud
Es importante mantener la cabeza erguida, los hombros elevados y la espalda relajada y bien apoyada en el respaldo.
Si trabajas a diario en la oficina, delante del ordenador y con el ratón casi 'pegado' a tu mano, seguro que ya has notado en primera persona molestias en su espalda. ¿La razón? El tiempo excesivo que pasamos sentados, que hace que las piernas y los pies apenas se utilicen. La postura que tomamos y el uso permanente de las manos nos obligan a utilizar continuamente los músculos de la espalda y de los hombros. Esto da lugar a una utilización intensa de unas partes del cuerpo en detrimento de otras, con sobrecarga de determinados grupos musculares y, lo que es peor, con la falta de utilización de otros.
Esta circunstancia desemboca en agotamiento y dolor en determinadas zonas, que pueden producir problemas como inflamaciones crónicas o tendinitis, dificultando enormemente nuestra capacidad para el trabajo.
Un alto porcentaje de trabajadores de oficina se quejan de diversas dolencias menores que tienen que ver con su postura durante el trabajo. Por eso hay que variar la posición con cierta frecuencia, algo necesario para relajar las articulaciones y los músculos. Debemos tener en cuenta que, al estar sentados, el peso del cuerpo tiende a caer hacia delante, de modo que la espalda soporta toda la carga. En ocasiones, y para aliviarnos, desviamos el peso hacia las caderas y es entonces cuando sufren más las articulaciones de las vértebras lumbares.
Tres consejos útiles
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