La música tendrá un rol en la rehabilitación de pacientes cardíacos

Recientes investigaciones publicadas en la revista médica Circulation, demostraron que la música tendrá, cada vez más, un papel importante en materia de rehabilitación cardíaca. Esto es porque los valores del ritmo sanguíneo y la velocidad de la respiración pueden ser sincronizados y modulados a través de ciertos tonos y fragmentos musicales de distintos ritmos.

Los investigadores que vienen trabajando sobre esta temática desde hace ya varios años, habían comprobado que las canciones con "tempos" más veloces logran aumentar la velocidad de respiración, la cantidad de latidos y la presión arterial.

En las investigaciones, cuando los sonidos hacían una pausa, los sujetos que escuchaban también disminuían forma automática su velocidad de respiración, sus latidos, y su presión arterial bajaba. Por otra parte, lo contrario también era cierto: fragmentos musicales lentos y acompasados lograban hacer decrecer las tasas de trabajo del corazón y el sistema circulatorio.

Según explica el Dr. Luciano Bernardi, investigador principal de la universidad de Pavía en Italia, "la música induce cambios continuos, dinámicos y predecibles, en el sistema cardiovascular. No es algo exclusivamente relacionado con las emociones que la música genera, sino que nuestros trabajos sugieren un camino de dos vías. Esto es que los cambios cardiovasculares podrían generar el sustrato necesario a los cambios emocionales".

En esta nueva investigación, los trabajadores científicos estudiaron que pasaba con 24 sujetos de alrededor de 25 años, algunos con una larga experiencia musical y otros sin mayor contacto con la música.

Los participantes del trabajo recibieron audífonos donde se ejecutaron diferentes temas musicales y a todos se le realizaron electrocardiogramas y se monitoreó en forma permanente la presión arterial, el flujo de la sangre en el cerebro, la velocidad de la respiración y el angostamiento de los vasos sanguíneos en la piel.

A todos los sujetos se les hizo escuchar fracciones de temas musicales clásicos que iban desde la Novena Sinfonía de Beethoven, a una cantata de Bachm, "Va Pensiero" de la opera Nabucco, y fragmentos música de La Traviata. E, incluso, se les hizo escuchar 2 minutos de completo silencio.

Entre los resultados que comprobaron los investigadores encontraron los siguientes:

* Cuando la música iba "in cresendo" los medidores cardiovasculares aumentaban. Y además lo hacían en forma proporcional a los cambios en las partituras.

* Cuando había pausas de silencio, los indicadores cardiovasculares disminuían en forma significativa, indicando relajación.

* En ciertos fragmentos musicales (como el que se escucha en Va Pensiero) el ritmo cardiovascular se sincronizaba y modulaba los valores cardiovasculares.

CONCLUSIONES

Según Bernardi, "lo que comprobamos fue que con perfil de cada música en aumento seguido por un ritmo en descenso fue el pefíl constantemente seguido por respuestas acordes de los sistemas cardiovascular y respiratorios de las personas que participaba en el experimento. Y esto fue particularmente notorio con ciertos fragmentos como los relacionados con la ópera.

Seguramente lo más interesante fue que el experto piensa que estos descubrimientos pueden ayudar a que la música, en el corto plazo, sea utilizada en forma efectiva como herramienta en la rehabilitación de personas que sufren problemas cardíacos.

Por supuesto, estos resultados se apoyan en otros que ya han comprobado que la música contribuye a reducir el estrés, elevar la performance atlética y mejorar las habilidades motoras de las personas que tienen problemas neurológicos.

Además, la música genera otro efecto secundario positivo: distrae durante el ejercicio prolongado y, por lo tanto, aumenta el nivel en el cual soportamos el dolor o el cansancio.

Según Bernardi, "también comprobamos que alternar entre músicas veloces y lentas puede ser potencialmente muy efectivo"

Finalmente, el experto agregó que es necesario realizar nuevas investigaciones para ver qué tipo o género musical puede ser el más efectivo para cada persona que debe usarla en una rehabilitación, según su experiencia cultural, edad, o preferencias personales.