Diseñan un sistema sanitario para mejorar la calidad de vida en los barrios más pobres de las ciudades del mundo.
(BBC)- Tras recorrer los barrios más pobres de Ciudad de México, Sao Paulo, Nairobi y otras grandes urbes del mundo, un arquitecto sueco halló una posible solución a los problemas originados por la falta de un sistema sanitario adecuado.
Anders Wilhemson y su equipo diseñaron un inodoro descartable, bautizado Peepoo, que una vez utilizado puede transformarse en una rica fuente de abono para las plantas.
Su apariencia es la de una bolsa plástica como cualquier otra. Pero en su interior, este recipiente flexible de 14 por
Después de cada uso, la bolsa se cierra -impidiendo el paso de los olores y los agentes patógenos propios de las heces- para colocarse en la tierra, donde desaparecerá por completo al cabo de un año.
Según
La falta de un sistema adecuado para lidiar con las necesidades fisiológicas de la población (una persona excreta al año entre 30 y 60 kilos de materia fecal y produce cerca de
Se estima que cada año mueren al menos 1,5 millones de niños por diarrea u otras enfermedades derivadas de la contaminación de las aguas.
"Inodoros voladores"
La propuesta de Peepoo resulta tan simple que, a ojos de un no entendido, es difícil ver cuáles son las ventajas de esta bolsa comparada con cualquier otra bolsa biodegradable que podemos encontrar en el mercado.
"Esto es algo mucho más complejo: aunque parezca una bolsa, es un baño que cumple con todas las funciones necesarias", le dijo Wilhemson a BBC Mundo.
"Si logras cerrar perfectamente una bolsa biodegradable común que contiene excrementos, sin sustancias que los traten, estos comenzarán a desprender metano y hasta podrían provocar una explosión. ¡Sería incluso más peligroso que defecación al aire libre!", añadió el creador de Peepoo.
Por otra parte, la bolsa se mantiene intacta hasta que finaliza el proceso de descomposición de los desechos -que puede tomar desde horas hasta semanas- y comienza a degradarse en un lapso promedio de un año.
La idea de embolsar la materia fecal se le ocurrió a Wilhemson tras observar una costumbre arraigada en los vecindarios más pobres de Nairobi, en Kenia, que también se practica en muchas otras partes del mundo, y que consiste en depositar las heces en una bolsa plástica que se tira por cualquier parte.
Son las llamadas "pocetas voladoras" o "baños helicópteros".
Por el momento Peepoo se ha probado solamente en Kenia. Según Wilhemson, la respuesta -evaluada por un organismo independiente- fue muy positiva.
La semana próxima pondrán a prueba este sistema -en colaboración con Oxfam- en Haití, uno de los países más pobres del continente que además quedó profundamente dañado tras el terremoto ocurrido el 12 de enero.
Aún en conversaciones con Bolivia, la idea es expandir su uso por todo el mundo.
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