Llevar un tatuaje es un adorno bonito, pero pude ser peligros. Esta práctica parece aumentar el riesgo de contagiarse una hepatitis C y otras enfermedades transmitidas a través de la sangre. Entre el 50% y 80% de los infectados desarrolla una hepatitis crónica.
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"Los instrumentos usados para hacer tatuajes entran en contacto con la sangre y los fluidos corporales, y las infecciones pueden transmitirse si estas herramientas se usan en más de una persona sin esterilizarse correctamente", dijo Siavash Jafari, de
La hepatitis C está causa por un virus que afecta al hígado y que se transmite a través de la sangre y de los fluidos del cuerpo.
Entre los síntomas principales se cuentan la ictericia, la fatiga, la orina más oscura, el dolor abdominal y los vómitos. En muchos casos estos síntomas son muy leves o inexistentes, por lo cual la persona no se da cuenta de la patología que sufre. Aún en la ausencia de síntomas esta enfermedad puede avanzar y producir una patología hepática. El tratamiento consiste en el consumo de fármacos pero solo alrededor del 20% de las personas se recupera completamente.
EL RIESGO DE TATUAR
Para analizar si usar un tatuaje aumenta el riesgo de contraer esta patología, los autores revisaron 124 estudios realizados en 30 países diferentes, incluyendo Canadá, Irán, Italia, Brasil y Estados Unidos. Publicaron sus conclusiones en International Journal of Infectious Diseases.
Jafari observó que la incidencia de la hepatitis C es mucho más fuerte en las personas que tienen tatuajes, y que esta asociación aumenta si un individuo se realiza más de un tatuaje en su cuerpo.
El especialista explicó que las agujas usadas para tatuar no siempre son bien higienizadas, pero subrayó que "las tinturas se suelen guardar en contenedores estériles y eso hace que contribuyan a la transmisión de las infecciones. Los clientes y el público en general deben conocer los riesgos asociados a esta práctica, y los profesionales que realizan tatuajes deben advertir a sus clientes de los posibles riesgos".
El estudio encontró otras complicaciones asociadas a esta práctica: reacciones alérgicas, HIV, hepatitis B e infecciones por bacterias y hongos.
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